Parte 1: Ahora que el sol no me agobia.
Me preguntaste una vez,
que porqué escribo de madrugada.
Mil veces me lo he preguntado yo,
mil veces, la respuesta, me enseñó su espalda.
Supongo que por que el día agoniza,
porque hace unas cuantas horas se fue el sol.
Por que no vale acostarse con el drama,
porque solo queda desahogarse y pedir perdón.
A estás horas todo está más claro.
Las respuestas tienen alta la libido.
Mis dedos pasean entre sus muslos,
y se deshacen en mis manos entre suspiros.
Parte 2: Lo que yo quiero y lo que yo no quiero.
Yo no quiero necesitarte.
Solo quiero quererte, que me quieras.
Yo no quiero desatar el infierno
si un día juntos te da pereza.
Yo no quiero sentir celos,
ni que me pertenezcas.
Yo quiero que me cuentes lo nuestro,
y de lo tuyo, lo que te apetezca.
Parte 3: Lo que yo te pido.
Si un día te late y no es por mi.
Primero, déjame marchar.
Si tus sueños no están en mi almohada.
Segundo, déjame marchar.
Si algún día tu solución es mentir.
Tercero, déjame marchar.
Si algún día quieres que me vaya.
Cuarto, déjame marchar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario